sábado, 7 de diciembre de 2013

EL CUERPO, EN LA FILOSOFIA DE JEAN-LUC NANCY




 En nuestra cultura se privilegia el sentido de la vista, mientras que la aproximación olfativa, táctil y acústica (colores texturas y sonidos) están totalmente proscritos, lo que ha ocurrido es que la sociedad occidental ha privilegiado la distancia física y la mirada por encima de cualquier otro sentido, hasta tal punto que nuestras experiencias corporales están reducidas, en la mayoría de los casos al sentido de la vista.
En la negación de los otros sentidos parece latir el deseo de olvidar el cuerpo como algo perecedero y precario, que solo aparece en momentos límite de dolor, placer, sexualidad, fatiga, heridas. Este proceso de descomposición y fragmentación del cuerpo se hará más radical en autores como Nauman, Sherman, y Gober que en los años 80 y 90 se verán afectados por la realidad del SIDA que iniciará en la idea del cuerpo precario, fragmentado, sometido a la temporalidad y la decrepitud.
El cuerpo ha dejado de ser natural, ingiere alimentos elaborados agrotecnologicamente; se somete a trasplantes y recibe prótesis diseñadas para servirle de extensión.