
La psicología individual se concreta, ciertamente,
al hombre aislado e investiga los caminos por los que el mismo intenta alcanzar
la satisfacción de sus instintos, pero sólo muy pocas veces y bajo determinadas
condiciones excepcionales, le es dado prescindir de las relaciones del
individuo con sus semejantes. En la vida anímica individual, aparece integrado
siempre, efectivamente, 'el otro' como modelo, objeto, auxiliar o adversario y
de este modo la psicología individual es al mismo tiempo y desde el principio
psicología social, en un sentido amplio, pero plenamente justificado."
Se refiere
luego Freud a las relaciones del individuo con sus padres, con sus hermanos,
con la persona objeto de amor y con su médico, relaciones éstas que han sido
sometidas a la investigación psicoanalítica y que pueden ser consideradas como
fenómenos sociales. Estos fenómenos entrarían en oposición con aquellos
denominados 1965. 41 narcisísticos por Freud (o autísticos, por Bleuler).
Podemos observar, de acuerdo con los aportes de la escuela de Melanie Klein,
que se trata de relaciones sociales externas que han sido internalizadas,
relaciones que denominamos vínculos internos, y que reproducen en el ámbito del
yo relaciones grupales o ecológicas. Estas estructuras vinculares que incluyen
al sujeto, el objeto y sus mutuas interrelaciones, se configuran sobre la base
de experiencias precocísimas; por eso excluimos de nuestros sistemas el
concepto de instinto, sustituyéndolo por el de experiencia. Asimismo, toda la
vida mental inconsciente, es decir, el dominio de la fantasía inconsciente,
debe ser considerado como la interacción entre objetos internos (grupo interno)
, en permanente interrelación dialéctica con los objetos del mundo exterior.

El análisis de estos párrafos nos muestra que Freud
alcanzó por momentos una visión integral del problema de la interrelación
hombre-sociedad, sin poder desprenderse, sin embargo, de una Podríamos objetar
aquí que tal oposición no existe por cuanto todo narcisismo es secundario, en
la medida en que en el vínculo interno, que puede tener una apariencia
narcisística, el objeto ha sido previamente introyectado. Es decir, que al
darse una estructura vincular, "el otro", el objeto, está siempre
presente a través de dicho vínculo, aunque sea escamoteado bajo la apariencia
de un narcisismo secundario. 42 concepción antropocéntrica, que le impide desarrollar
un enfoque dialéctico. Pese a percibir la falacia de la oposición dilemática
entre psicología individual y psicología colectiva, su apego a la
"mitología" del psicoanálisis, la teoría instintivista y el
desconocimiento de la dimensión ecológica le impidieron formularse lo
vislumbrado, esto es, que toda psicología, en un sentido estricto, es social.
El proceso grupal - E. Pichon-Rivière