Múltiples subjetividades se manifiestan en la escena grupal. El grupo es el lugar por excelencia de producción subjetiva, es un instrumento de creación, de reproducción de sentidos, de elaboración y transformación. La dinámica grupal es permanentemente recorrida por intensos procesos de proyección y transferencia. Según Enrique Pichón Rivière el deporte y en especial el fútbol siempre fue una de las áreas pendientes, a pesar de sus experiencias en Goya y algunas conceptualizaciones que él mismo llegó a hacer sobre el tema. El deporte es un área que presenta problemáticas y conflictos comunes al ser humano, pero manifestados y potencializados de diferentes maneras, y con rasgos particulares. Como psicólogos sociales, en nuestra tarea trataremos de ayudar al grupo a llegar a una mejor comprensión de su situación, esclareciendo y haciendo que sus integrantes puedan poner en palabras sus actitudes frente a los conflictos, situaciones de crisis, frente a los momentos de cambios etc. Es nuestra tarea disminuir las ansiedades, trabajar con los miedos, por ej: miedo a perder, a no poder resolver, a errar un penal, al fracaso, a arriesgarse, a ser rechazado por el grupo, a perder lo ya logrado (miedo a la pérdida), miedo a lo desconocido, al cambio (miedo al ataque), a las presiones externas, a la presión del periodismo etc. Debemos trabajar aliviando las tensiones del grupo y del sujeto inmerso en esa trama grupal.
El equipo deportivo es una red de interacciones, de comunicación, por lo tanto estamos hablando de vínculos, un concepto instrumental en Psicología Social. En teoría del vínculo, Pichon Rivière afirma que “el vínculo es siempre un vínculo social, aunque sea con una persona y a través de la relación con esa persona se repite una historia de vínculos determinados en un tiempo y en espacios determinados. Por ello el vínculo se relaciona posteriormente con la noción de rol, status y de comunicación”.
Es nuestra tarea abrir canales de comunicación, favorecer y alentar la comunicación en el equipo, entre los jugadores y entre el jugador y el técnico. Visualizar, señalar y contribuir a la elaboración y resolución de contradicciones y conflictos., analizar la funcionalidad de los roles, la pertinencia con la tarea, trabajar para lograr la cohesión grupal alentando la cooperación dentro y fuera del campo de juego, desalentando la competencia y los reproches. Reflexionar acerca de las relaciones de los integrantes entre sí y con la tarea. Recordemos que denominamos tarea a toda acción específica del grupo en función de los objetivos del mismo.
Como profesionales de la Psicología Social debemos promover la salud y ayudar a que sujetos y grupos desarrollen sus potencialidades. En la actualidad, muchos deportes se han profesionalizado tanto que se han convertido en un producto de consumo y nos puede llevar a preguntarnos ¿Un jugador profesional, disfruta plenamente del juego? Entiendo que en deportistas alta competencia suele haber una disminución del placer en el juego. Es posible que el jugador profesional juegue por la fama, por el dinero, por aparecer bien parado en los medios o por las millonarias transferencias al exterior, estos también son factores muy importantes a tener en cuenta ya que se instala en la realidad concreta y alimenta las fantasías inconscientes que suelen condicionar el juego.
En el deporte nos encontramos con problemas comunes a todos y otros específicos de este ámbito, que serán abordados con nuestras técnicas instrumentales luego de sus correspondientes análisis. Hoy son muchos los actores del deporte, directores técnicos, entrenadores, preparadores físicos, dirigentes, etc., tanto amateur como profesional, que son concientes de sus propias necesidades y reconocen la importancia del psiquismo como una de las áreas de desarrollo para el mejor desempeño de su práctica deportiva. Los Psicólogos Sociales debemos prepararnos y abarcar esta área como cualquier otra profundizando los conocimientos. Como dijo el colega Diego Morales, Operador Psicosocial, “Lo que es cierto, es que estamos mejor instrumentados que otras líneas de la Psicología tradicional, y que con un correcto trabajo interdisciplinario no cometeremos los mismos errores que ellos han cometido una y mil veces por no estar adecuadamente instrumentados”. Somos esencialmente grupalistas.
Ernesto Moya
Psicólogo Social. Profesor del "Programa de Formación en Liderazgo y Coaching Deportivo"
de "Umana", consultora.
de "Umana", consultora.