Enrique Pichón Riviere
“El vinculo que establece el artista
entre su “yo" y el objeto artístico, si logra trascender, es porque su
llamado o su mensaje representa la reconstrucción de un mundo que es propio y
de todos.”
“La obra realizada por un artista,
“como la de todo creador, ha seguido un curso no rectilíneo sino dialéctico. Se
embarca en el tobogán de la espiral, creando, destruyendo el objeto estético
para reconstruirlo en un nivel diferente y con técnicas diferentes”
“Partiendo de un primer periodo que
es el descubrimiento y deslumbramiento o encuentro fortuito de algo que puede
guardar aun las señales, de una destrucción previa, necesito para su recreación
o reconstrucción un conjunto instrumental que caracterizara justamente al yo
del artista. Se crea así, por primera vez, un vínculo vocacional con un objeto
que, por la operación señalada, se ha transformado en el objeto estético.
El
objeto primario, fragmentado y disgregado, es “reparado” por el artista; cada
fragmento de ese todo anterior sufre una metamorfosis totalizante, es una nueva
forma y permanece a la espera de ser externalizada sobre la pantalla”
“Es el triunfo de la vida sobre la
muerte, de la salud sobre la locura. Las contradicciones que habitaban el
contexto de la creación, es decir, su mundo externo, se van resolviendo sobre
la marcha. Así es como lo siniestro se transforma en lo maravilloso, el contenido
y la forma en su síntesis recrean una nueva estructura.”