El odio, el rencor, la envidia son emociones que desgastan
enormemente la energía. Son como los muebles viejos e inútiles ocupando un
valioso espacio que necesitamos recuperar, en cambio si se reciclan se
transforman en agradables objetos que da gusto tener en casa. Tenés que
liberarte de los efectos nocivos de esas emociones. Cuando se abandonan el
rencor y la envidia, también se alivia la ansiedad y el estrés, que nos devoran
de a poco y causan enfermedades. Para hacer esto es necesario hacer algunos cambios
en el tipo de pensamiento, no es fácil, pero se puede. Hay que trabajar con eso
y abandonar el pensamiento mágico que nos lleva solamente a contemplar el cielo
esperando el milagro. No pongamos nuestros problemas afuera. Alguna vez en la
vida es muy saludable tomar la decisión y trabajar con nosotros mismos.
Ernesto.