Pichon tempranamente se
interroga acerca de la melancolía en
relación a la psicosis. Al
trazar la historia de la psicosis maníacodepresiva en 1948 la
pesquisa de Pichon va desde las
ideas de Lazare Rivière de Montpelier, quien
sostiene que “de la disposición
variada del humor melancólico salen todas las
formas diferentes de delirio”,
pasa por Pinel que “se refiere a una constitución
melancólica `como causa
frecuente de los desarreglos más extremos y de las ideas
más exageradas´”, por Griesinger
(quien retoma las ideas de Guislain), acerca de
que “el período inicial de todas
las enfermedades mentales es un estado de
melancolía”, por Kreapelin para
quien los fenómenos de excitación y depresión
poseen el mismo origen, un
“mismo mecanismo psicopatológico de carácter afectivo”
que inicia con fenómenos de
depresión (Pichon-Rivière, [1948] 1970: 237-249). De
aquí puede deducirse cierta idea
germinal de la depresión como núcleo patogenético
de las enfermedades mentales,
que se corroboraría con la primera nota al pie del
texto en la que explícitamente
Pichon sostiene: “Las psicosis pueden ser
consideradas como originándose
en una situación básica general de carácter
depresivo, de donde surgen las
demás como tentativas de resolver dicha situación
básica dando lugar a las
estructuras maníacas, hipocondríacas y paranoides. (…) El
concepto de Griesinger de la
depresión inicial y la evolución de la psicosis de un
grupo a otro se hace
comprensible sólo por el estudio de los psicodinamismos de la
psicosis” (Garma &
Rascovsky, 1948: 30).
De modo tal, que podría
observarse cómo en la descripción misma de las
psicosis maniacodepresivas se
pesquisa la instalación de la melancolía como núcleo
depresivo básico de la
enfermedad única. A partir de aquí las referencias a la
melancolía se articularán
sistemáticamente a lo que se definirá desde la década de
1960 como TEU.
Para vincular brevemente la
situación depresiva básica a la teoría, vale
comenzar por el principio de las
series complementarias. Cabe recordar que en 1946
presenta las tres series que más
tarde denominará factor constitucional, factor
disposicional y factor actual o
desencadenante. En esta dirección, cualquier ocasión
que produzca una mayor tensión
instintiva o un debilitamiento del yo, inicia el
proceso de enfermar. De tal
manera que si predomina el factor constitucional o
disposicional se originarían las
psicosis endógenas, producidas principalmente por
factores internos que pueden ser
de origen orgánico pero también conflictos
internalizados en la infancia;
el predominio del factor actual correspondería a las
psicosis exógenas y reactivas,
que se originan principalmente a factores actuales
externos, tanto ambientales como
sociales (Pichon Rivière, [1947] 1970: 73). Este
conflicto entre el ello y el
superyó genera una situación psíquica que se caracteriza
por un yo masoquista y un
superyó severo, situación más intensa en las psicosis que
en las neurosis, condicionada
por un proceso de regresión constituido por la
disociación (desmezcla) de los
instintos, que normalmente actúan mezclados. Esta
situación (un yo masoquista
frente a un superyó sádico) es la situación básica de la
psicosis configurada en el
sentido de una estructura melancólica, punto donde inicia
la producción del resto de los
tipos clínicos.
Asimismo, la melancolía se
pesquisa también en lo que más tarde Pichon
denominará “áreas de expresión
fenoménica”, ya que el conflicto básico de
naturaleza depresiva que
constituye el primitivo núcleo patogenético, puede ser
proyectado en tres zonas (aquí,
si el conflicto permanece en la mente da lugar a la
melancolía). En 1946 agrega la
mención a los mecanismos de introyección para la
melancolía y de proyección para
la hipocondría y paranoia (Pichon-Rivière, [1947]
1970: 76).
ÁREA 3. CUADERNOS
DE TEMAS GRUPALES E INSTITUCIONALES
(ISSN 1886-6530)