domingo, 1 de noviembre de 2015

Pobres de toda pobreza


La falsa conciencia 


                             El apoyo de un trabajador asalariado que no llega a fin de mes y el de un excluido social a las políticas de derecha, tal vez  sirva para conservar la gran esperanza de hacerse rico. Si la izquierda se supone que redistribuye y hace que todos seamos iguales, acabaría con la posibilidad de entrar en el club de los privilegiados, por lo tanto muere un referente, desaparece un sueño.

La falsa conciencia afecta de manera radical las sociedades de hoy , el sistema actual va a terminar con la identidad de las personas. Debemos tener presente la conciencia de clase, ese  concepto marxista que define la capacidad de los individuos que conforman una clase social de ser consciente de las relaciones sociales antagónicas (ya sea económicas, políticas, etc,) que se aduce siendo la condición original de la organización de una sociedad de clases y de actuar de acuerdo a ellas.

Muchos dirán que ya no hay izquierdas ni derechas. Pero la verdad es que no nos gustan las etiquetas. La premisa básica de un pobre de derecha es que con trabajo duro se puede cambiar de clase. Es decir, piensan que las clases sociales son permeables.
Los ricos de izquierdas, son hipócritas, porque ellos saben que su forma de pensar no es congruente con su forma de vivir, y en esto se parecen al pobre de derecha.

También tenemos al  facho pobre.  ¿Quién es este personaje? Es ese taxista que repite de forma idéntica lo que escuchó por radio durante toda la mañana.  El que dice que  hace falta mano dura en el país y su ideología política es tan extrema  que pide que vuelvan los militares y el servicio militar.  También es ese guardia de supermercado con el que te pones a hablar un rato y  te dice que la única forma de terminar con la inseguridad es reprimir con violencia y pide la pena de muerte.

                 En consecuencia, la falta de identificación con nuestra propia clase social provoca la pérdida de solidaridad grupal, así como comportamientos incoherentes con nuestra propia situación. Muchas veces intentamos imitar aquello que nunca seremos. Podríamos hablar de un comportamiento ajeno a las necesidades de nuestro propio ser, que a la vez es regulado mediante un proceso de alienación cultural.  De este modo aparece una ilusión de reencuentro con la realidad, (Debord), en una sociedad en la que nadie puede ser reconocido por los otros, y en donde cada individuo es incapaz de reconocer su propia realidad. La realidad es sustituida por los "reality shows", por ejemplo.

Por otro lado, las clases bajas  tienen  muchos aspectos en común que los une, la limitación material, un bajo estatus en la escala social, ser objeto de desprecio por la producción cultural y la adoctrinación en la educación; también otras cualidades positivas como la capacidad de crear, la sinceridad, el aprecio por lo informal y por lo cotidiano, pero sobre todo, la capacidad de resistencia y muchas veces de lucha. Pero no hay que olvidar que la práctica política cuando quiere ser eficaz está condenada a utilizar técnicas de persuasión colectiva que consisten en degradar a los seres humanos transformándolos en cosas o mirándolos como si fueran cosas. De este modo reifican y desdialectizan el pensamiento. 

El concepto de igualdad de oportunidades tan nombrado, en el neoliberalismo no significa un derecho igual a una vida humana para todos, sino “el mismo derecho, igual para todos, de participar en la carrera competitiva para alcanzar el máximo beneficio posible” (Macpherson, 1968, p.64) Con este supuesto se justifica la desigualdad de la propiedad porque la raíz de la misma no está en el tipo de división social del trabajo o en las relaciones sociales de producción , sino en la desigualdad de fuerza y destreza en el diferente merito personal de cada uno en la lucha competitiva de conseguir bienes . O sea, el par contradictorio riqueza - pobreza no es un problema estructural de las relaciones sociales capitalistas, sino un problema de ingenio personal y de mayor o menor aplicación en la competencia del mercado. Las desigualdades sociales serían consecuencias únicamente de las desigualdades naturales.

 Desde esa perspectiva, el neoliberalismo es un darwinismo social que interpreta el aumento del número de pobres como un costo necesario de la evolución social, para que los mejor dotados prosperen y los menos dotados desaparezcan.

La producción material se convierte en una producción mental. De allí que podemos proponer un ejemplo comunicacional, el discurso mediático del "Siempre han existido los pobres “o como dijo un ex presidente argentino: “Como dijo nuestro Señor Jesucristo, siempre habrá pobres entre ustedes” (él no se incluyó en el "nosotros", por supuesto). Nuestra vida social, política y cultural, está atravesada de falsedad, un sistema político-cultural que se sedimentan en el engaño. La cultura de la imagen, suplanta a la palabra y determina el inconsciente colectivo de que nos nutrimos, cuya farsa es la del mito y de este modo se diluye la identidad individual.

             Ernesto Moya
            Psicólogo Social



domingo, 6 de septiembre de 2015

EL PROCESO CREADOR


Enrique Pichón Riviere 

“El vinculo que establece el artista entre su “yo" y el objeto artístico, si logra trascender, es porque su llamado o su mensaje representa la reconstrucción de un mundo que es propio y de todos.”
“La obra realizada por un artista, “como la de todo creador, ha seguido un curso no rectilíneo sino dialéctico. Se embarca en el tobogán de la espiral, creando, destruyendo el objeto estético para reconstruirlo en un nivel diferente y con técnicas diferentes”


                             “Partiendo de un primer periodo que es el descubrimiento y deslumbramiento o encuentro fortuito de algo que puede guardar aun las señales, de una destrucción previa, necesito para su recreación o reconstrucción un conjunto instrumental que caracterizara justamente al yo del artista. Se crea así, por primera vez, un vínculo vocacional con un objeto que, por la operación señalada, se ha transformado en el objeto estético.
 El objeto primario, fragmentado y disgregado, es “reparado” por el artista; cada fragmento de ese todo anterior sufre una metamorfosis totalizante, es una nueva forma y permanece a la espera de ser externalizada sobre la pantalla”

“Es el triunfo de la vida sobre la muerte, de la salud sobre la locura. Las contradicciones que habitaban el contexto de la creación, es decir, su mundo externo, se van resolviendo sobre la marcha. Así es como lo siniestro se transforma en lo maravilloso, el contenido y la forma en su síntesis recrean una nueva estructura.”

Adaptación activa


                                                                
   
  "El concepto de adaptación activa que proponemos es un concepto dialéctico en el sentido de que en tanto el sujeto se transforma, modifica al medio, y al modificar el medio se modifica a sí mísmo.
De este modo , se configura una espiral permanente, por el cual un enfermo que está en tratamiento y mejora opera simultáneamente en todo el círculo familiar, modificando estructuras en ese medio (produciendo una desalienación progresiva del intra y del extragrupo).
Pichón Rivière establece una fuerte vinculación entre adaptación activa y aprendizaje, definiendo a éste último como adaptación activa a la realidad. En efecto, "la adaptación activa a la realidad y el aprendizaje están indisolublemente ligados. El sujeto sano, en la medida en que aprehende el objeto y lo transforma, es decir, que hace ese aprendizaje operativo, se modifica también a sí mísmo entrando en un interjuego dialéctico con el mundo en el que la síntesis que resuelve una situación dialéctica se transforma en el punto inicial o tesis de una antinomia que deberá ser resuelta en ese continuo proceso en espiral".
La familia es el grupo primario donde comienza este proceso. Como indica Pichón Rivière, "la tarea del grupo familiar es la socialización del sujeto, proveyéndole de un marco y basamento adecuados para lograr una adaptación activa a la realidad en la que se modifica él y modifica al medio, en un permanente interjuego dialéctico".


miércoles, 2 de septiembre de 2015

El poder aglutinador de las consignas (Todos somos...)


Por Ernesto Moya



“La palabra es el hombre mismo.
 Sin ellas, es inasible.
El hombre es un ser de palabras.”
(Octavio Paz)

                    El hombre es el único de los seres vivientes que tiene la suficiente capacidad para representar simbólicamente la realidad. Podríamos afirmar que el lenguaje es un tipo de comportamiento social.

                   La sociolingüística nos muestra  la necesidad de reconocer que el lenguaje y la organización social son elementos recíprocos e inseparables de la vida de los individuos. Cada vez que hablamos y actuamos estamos  unidos  al conjunto de condiciones sociales que imponen ciertas maneras colectivas de ser.

                  Como resultado, muchos ciudadanos se organizan detrás de una consigna a través de las redes sociales, donde conforman una serie de afectos, intereses, temores en común,  identificación con las víctimas, y el rechazo a los posibles (reales o imaginarios) victimarios, construyendo  su propia subjetividad a través de puntos en común. Estos vínculos que se establecen a partir de ciertas subjetividades contemporáneas tienen un fuerte componente emocional.


Hay que tener presente que el poder del lenguaje es realmente sorprendente, los periódicos y los noticieros saben mucho de esto y todo el tiempo rastrean los efectos de los diferentes discursos políticos en la sociedad o sea, en el marco de la vida de los individuos. Ellos conocen perfectamente  las consecuencias en el orden social que puede tener un discurso  presidencial u  otro sector de poder, por ejemplo. Es importante tener en cuenta que estos lugares discursivos no son fijos, están sedimentados a través de un discurso que está impreso en un momento socio-histórico determinado.
                Por estos días en Argentina, las consignas parecen ser una disputa entre buenos y malos donde la única salida pareciera ser el  aniquilamiento del otro, el adversario, que es percibido como un enemigo al que hay que destruir (después de todo “la culpa siempre la tiene el otro”) ¿Seremos acaso una sociedad quejosa que se debate en un permanente e irresoluble conflicto? ¿Cómo se tramitan las diferencias en las identificaciones y en consecuencia en las identidades? Muchos son movilizados por la agenda mediática del momento,  sin que éstos se den cuenta y  crean que es iniciativa propia (que a veces la hay).


                   
 Habría que decir también que, todas las ideologías dominantes modifican las representaciones de nuestro psiquismo, de nuestra vida cotidiana, en lo político, cultural, popular etc. Por ejemplo “Al que madruga dios lo ayuda” “el que nace barrigón es al ñudo que lo fajen”, todos ellos reproducen mecanismos de encubrimiento. También existen los contra refranes, porque existen las formas de vida de los dominados y por lo tanto aparecen representaciones tales como: “no por mucho madrugar se amanece más temprano”. También se pueden hacer lecturas del folklore para encontrar la cultura oligárquica y a su vez la respuesta de la cultura campesina, popular. Así nos encontramos con la lucha ideológica.
                         En una década inundada de consignas de todo tipo, podemos observar que existe una práctica de identificación a partir de las consignas “todos somos”, “soy” o “no soy” y que muestra un juego de identidades y contra-identidades  que denota  una importante complejidad en este dilema de ser o no ser.
 Algunas tristes consignas argentinas : "Síganme. No los voy a defraudar" “Que se vayan todos” “Todos somos Cabezas” “Todos somos Fuentealba”  “Todos somos Julio López”  “Yo soy Nisman” o en plural “Todos somos Nisman” y su contracara “Yo no soy Nisman”. ¿Con quién o con qué se identifican estos portadores de la consigna? “Todos somos….. Todos somos…..   Todos somos…… Yo soy…. Yo Soy…¿O no soy? ¿Quién Soy? ¿Soy?

                                                                                                     
                                                                                                         Ernesto Moya
                                                                                              Psicólogo Social- Consultor Psicológico  



jueves, 15 de enero de 2015

NEURO-MODA Y ESTRATEGIAS PSICOSOCIALES



Por  Ernesto Moya



     Todas las mañanas, casi tomando forma de rutina, con mate o café de por medio la mayoría de las personas necesitan informarse. Algunos encienden la tele, otros la radio, otros encienden la computadora y consultan los diarios “on line”, y finalmente otros a la vieja usanza, compran el diario en el kiosco de la esquina. Todos coinciden en lo mismo, el consumo de una misma mercancía, las noticias. Toda esa información los va a atravesar el resto del día. Esta realidad social va a estar de alguna manera recortada y determinada por los medios de comunicación. Entre títulos como “último momento”,“noticias de actualidad”, “lo que está pasando ahora” y otros, van delineando una realidad en la cual  estamos acríticamente sumergidos, naturalizando los hechos.

     Muchos periodistas moldean el relato de la realidad y hacen de ella una realidad de todos. Debemos recordar que estamos inmersos en un sistema de producción, por lo tanto el discurso social siempre va a ser funcional a éste, aunque también presupone una interpretación por parte del receptor. Para colmo, los sectores de poder  saben mucho de estas cosas y de cómo llegar a la franja de la población que les interesa.
      En estrategias psicosociales a estos métodos se los define como la forma de abordar al “público blanco”. Una de las formas es elegir una persona de reconocido prestigio y que tenga influencia sobre ese “público blanco”. Éste puede ser un actor, un periodista, un deportista o…un neurólogo, que se convierte en una pieza clave para trasmitir la información deseada, obviamente hay muchas formas de contar con la voluntad del mismo.

      La utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para crear o injertar ideas, deseos, miedos, dudas, mandatos o estimular determinados comportamientos. Grandes empresas crean revistas científicas lanzándolas a posiciones relevantes aunque de manera artificial, promueven a profesores e intelectuales a su servicio y dictan lo que ha de ser estudiado o investigado y hasta donde. Y aunque usted no lo crea, el falso conocimiento y la manipulación llegan a generar mucho dinero.
    El reconocido lingüista, Noam Chomsky, una de las voces más respetadas y consolidadas de la disidencia intelectual, durante la última década señala que el sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el que los individuos tienen y ejercen sobre sí mismos.

     Hoy el cerebro parece haberse convertido en el centro de explicación de todos los asuntos humanos. De pronto, es como si todo dependiera del cerebro y no fuéramos más que “un montón de neuronas”, decía Francis Crick en 1994, al presentar una hipótesis revolucionaria para el siglo XX, según la cual “Usted, sus alegrías y sus penas, sus recuerdos y sus ambiciones, su propio sentido de la identidad personal y su libre albedrío, no son más que el comportamiento de un vasto conjunto de células nerviosas y moléculas asociadas”.
     La neurociencia cognitiva es una nueva tendencia que consiste sobre todo en “pasar” los temas de la psicología por la máquina de neuroimagen. Es muy interesante investigar el nexo entre neurociencia y psicología, pero  lo que hay que tener en cuenta es que lo que compete a la psicología es entender el funcionamiento psicológico, no lo que ocurre en el cerebro. La psicología tiene como objeto de estudio los procesos psíquicos o psicológicos, cómo funciona la mente, o si se prefiere la conducta, no de qué color se pone el cerebro cuando amamos.

     De cualquier modo, se  ha conseguido instalar el cerebro-centrismo en la cultura popular. El cerebro resulta hoy tan familiar, que pareciera que uno tuviese trato directo con él. Una gran cantidad de revistas, diarios y programas televisivos hablan del cerebro como un personaje más, relacionado directamente con la atracción sexual, la elección de pareja, la amistad, la meditación, la autoestima, la solidaridad, los duelos, etc. A pesar de que un neurólogo no es lo más indicado para hablar sobre cuestiones del amor, ese fenómeno social e históricamente determinado hoy pretende ser reducido  nada más que a pura química de neurotransmisores. El aspecto biológico es sólo una base mínima sobre la cual el amor se construye de formas muy contingentes  que siempre van a estar relacionadas con la economía, el poder, la geografía, etc.
       En estos tiempos el cerebro pareciera competir con Cristo, el Dalai Lama y Buda. De este modo, para algunos adoradores de la neurociencia, es casi una religión. Siguiendo esta línea y bajo el influjo de la neurociencia, la psiquiatría parece estar cumpliendo su viejo sueño de pensar los trastornos mentales como trastornos del cerebro.
Así, la necesidad humana de encontrar estructuras explicativas y manuales aclaratorios que taponen el agujero de la falta, sigue estando presente. Como resultado de todo esto, el foco  pasó del genoma al encéfalo. La neurociencia es el hoy, es la tendencia, mientras que la genética ya es cosa “de los noventa”, hoy los genes ya no son los responsables de todo, sino los circuitos neuronales.

      Por esta razón, se hace necesario tener un pensamiento crítico, de manera que uno no se deje seducir tan fácilmente por la súbita atribución al cerebro de todo lo que hacemos en nuestra vida, pero tampoco  estar al margen de la importancia de su conocimiento. Aunque estaría bueno preguntarnos ¿De qué manera la neurociencia está política y económicamente ligada a laboratorios, grandes compañías farmacéuticas, financistas, diseñadores de políticas, políticos, etc.? No olvidemos la tendencia de estos últimos años en la creación de "trastornos” o "enfermedades" diseñadas para fármacos concretos. Sabemos que se puede vender para las necesidades de los sujetos, pero es mejor crear más necesidades para vender más.

     Esta “neuro-moda” pareciera ser parte de una tendencia mundial impulsada por gobiernos y grandes capitales, que más allá de probados avances científicos, parte de intereses económicos y de control social. De este modo los ciudadanos estamos siendo en alguna medida continuamente influidos y controlados en nuestras vidas. En el año 2013, la UE destinó un billón de euros para el “proyecto cerebro humano”, y Obama destinó tres billones de dólares para el proyecto BRAIN (cerebro en inglés).Es una especie de "carrera armamentista de la neurociencia", señala el diario estudiantil la universidad canadiense de Toronto, ‘The Varsity’. “Los centros de investigación de todo el mundo están tratando de descubrir los secretos de nuestro órgano más complejo en lo que actualmente se considera la “segunda década del cerebro'”, ya que la  primera, fue impulsada por la administración Bush, fue entre 1990 y 1999.

En la actualidad el cerebro viene a ser algo así como un retrato de la individualidad y el fin de la interioridad. De este modo el viaje por el “mundo interno” del que tanto nos habló y enseñó el Dr. Enrique Pichón Rivière acabaría en la terminal del cerebro. Freud en su momento salió desilusionado de la neurología, y Lacan era psiquiatra, no encontraron manera de hallar una respuesta. Pero esta nueva ideología cerebral viene a traernos la explicación y la solución a nuestros problemas, desde la “salud mental” a la búsqueda de la felicidad, son cuestiones del cerebro dicen (entrenamiento neuronal, psicofarmacología, etc.). Es como si el cerebro hubiera evolucionado para encajar afinadamente con el capitalismo existente. Como si con el capitalismo se diera, de una vez por todas, la conciliación entre el cerebro y la organización del mundo. Entonces,  uno de los primeros objetivos ¿podría ser quitarle valor a lo social y cultural para convencernos de que somos “máquinas individuales”?

      En nuestro país, después de saltar a las primeras planas a partir de “dirigir” el equipo que operó a Cristina Kirchner de un hematoma subdural el año pasado el neurólogo y dirigente radical Facundo Manes encuentra su legitimidad no en el mundo del deporte o en el espectáculo, sino en la ciencia, en la neurología y las “neurociencias”. Participa de instituciones neurocientíficas mundiales, preside la Fundación Favaloro y es columnista asiduo en Clarín, La Nación y Noticias. También participó como invitado de la señora Mirtha Legrand en su primer programa realizado en Mar del Plata este domingo 11 de enero. Recordemos que la señora Mirtha recibió el año pasado el premio "Cerebro saludable" que otorga la Fundación INECO. "Las neurociencias están enfocadas en proteger las neuronas intactas antes de tener que reparar las dañadas. Le entregamos el premio a Mirtha porque ella representa un cerebro que funciona muy bien", destacó hace poco menos de un año el médico Facundo Manes.
       Este prestigioso neurólogo tiene mucha razón sobre la importancia del cerebro, nadie lo niega, pero lo que evidentemente excluye, es que los afectos en el mundo de lo humano tienen una sola vía tiene para acceder, que es lo psíquico. Y lo psíquico depende de lo social, la única vía es la palabra, la palabra depende del lenguaje y el lenguaje es lo social. Este proceso, es el proceso de  socialización, que significa entrar al mundo de lo humano. Pero al incorporarse a ese mundo, lo humano entra en nosotros, nos atraviesa y nos determina. Ahí está la función del cerebro, este proceso entra en él y lo prepara  para que sirva para esto. El cerebro es el soporte  de la relación, creer que la causa está en el cerebro de lo que pasa en el mundo psíquico y social es ver con los anteojos del neurólogo. Desde un punto de vista psicosocial se podría decir que lo que sale del cerebro es porque antes entró. Y si entró quiere decir que la causa que sale por el cerebro, no está en el cerebro.

     Por último, sabemos que la plasticidad cerebral permite entender los efectos de las condiciones de vida en el cerebro, entonces si uno vive de forma duradera en condiciones opresivas, estresantes, sin esperanza o provocadoras de ansiedad, como dice J. K. Gergen, es enteramente posible que las conexiones corticales estén alteradas. En términos de causa y remedio, continúa Gergen, mejor sería centrarse en los orígenes culturales que en los mecanismos cerebrales.  Si las condiciones culturales han producido las alteraciones corticales, entonces cambiar las condiciones de la vida de la persona parecería más beneficioso que la “sedación farmacológica”.


                                                                                                        Ernesto Moya
                                                                                          Psicólogo Social- Consultor Psicológico                                                 


Referencias:
J. K. Gergen - The accultura ted brain. Theory & Psychology 2010
Aceprensa - La búsqueda científica del alma., 156/94  Universidad de Navarra.
Revista Latinoamericana de Psicología-http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php
Lic. Rodolfo Fuertes - Estrategia Psicosocial –- Ed. Centro FICCH 2005. (Centro de Formación e Investigaciones en ciencias del Comportamiento Humano)