El amor de Eros y
Psique
En una ciudad de Grecia había un rey y una
reina que tenían tres hijas. Las dos primeras eran hermosas, pero la tercera
llamada Psique era tan pero tan bella que la comparaban con la diosa Venus,
ésta herida en su orgullo, encargó a su hijo Eros: “Haz que Psique se inflame
de amor por el más horrendo de los monstruos”.
Pero Eros se enamora de ella, la
adormece y se la lleva a un palacio en donde encontrará todas las comodidades,
pero tiene una única prohibición y es de
verlo.
Ella, después de un
tiempo queda embarazada y sus hermanas le dicen que lo espíe porque
seguramente está viviendo con un monstruo, ella lo hace y ve al mas bello de
los dioses, él se da cuenta y por no cumplir con la promesa Eros le dice
abandonándola: “Que te amé, tu lo sabes. Ahora el castigo a tu traición será
perderme”. Y dicho esto se fue. Psique quedó desolada y se dedicó a vagar por
el mundo buscando recuperar, inútilmente, el favor de los dioses: la cólera de
Venus la perseguía y la encerró con sus sirvientas Soledad y Tristeza. Pero por
el gran amor que sentía por ella, Eros acude para que la salve Zeus, este la
lleva al cielo y la convierte en inmortal.
Significado del mito:
Los griegos en la antigüedad creían que
cuando el alma abandona al cuerpo después de la muerte, para poder elevarse, se
convertía en mariposa nocturna, por otra parte Psique en griego significaba
mariposa.
Nuestra psiquis por lo tanto además de ser
inmortal tiene la capacidad de superar la soledad y la tristeza mediante el
amor, que todo lo puede y por lo tanto lo supera. La palabra héroe también
proviene del griego del dios Eros, con lo cual cuando estamos psicológicamente
firmes en nuestras convicciones y además amamos nuestra causa podemos llegar a
ofrendar nuestras vidas en un acto supremo de amor, y nos convertimos en
inmortales, puesto que estaremos vivos en la mente colectiva de nuestro pueblo.
(Fuente: Fuertes, Rodolfo “Estrategia Psicosocial”
Ed. Centro Ficch. Bs As 2005)