A lo largo del tiempo, la vida entera de las
personas que componen una sociedad, junto con las instituciones que las
constituyen, adquieren una determinada forma de producción de subjetividad, que
operan dentro de su mundo interno organizando los sentidos de sus actos. Van
modelando a los sujetos y a las instituciones, y se van creando así sus
mecanismos de perpetuación, permanencia, modos de producción y reproducción del
sistema.
La sociedad produce sujetos y éstos reproducen
dicha sociedad conformando de este modo una forma de interpretación del mundo.
La propia identidad de una sociedad es ni mas ni menos ese sistema de
interpretación, esa visión del mundo que ella misma crea.
Ese sistema de interpretación del mundo es
quien nos condiciona y nos dice , por ejemplo, que debemos comer, que ropa
debemos usar, como nos vamos a vincular con los otros.
En la vida cotidiana, en la práctica
social, las acciones son procesadas e
interiorizadas por el cerebro dando lugar a las representaciones, a los
pensamientos y a diversas formas de simbolización. Por eso desde la psicología
social decimos que el sujeto se configura como síntesis activa de una
complejísima trama de vínculos y relaciones sociales. La subjetividad se va gestando
por ese atravesamiento de las instituciones, el vínculo y el grupo.
En esta red de interacciones se
configura a través de un proceso de
internalización, el mundo interno del
sujeto. Ese mundo interno que reconstruye fantaseadamente las tramas relacionales objetivas y es el
escenario de experiencias del sujeto.
El hombre es emergente de
procesos sociales, institucionales y vinculares. Teniendo en cuenta estos
procesos, este interjuego sujeto-mundo, lo externo se hace interno y lo interno
se externaliza, siempre en una relación dialéctica. Por lo tanto desde la
psicología social entendemos al sujeto en función de su situación, inmerso en
un contexto de contradicciones, como emergentes de tramas vinculares con
atravesamientos y determinaciones múltiples donde la conducta va a ser el
resultado de un momento socio histórico de la cual es emergente y en donde se
articula lo individual y lo colectivo.
Ernesto Moya
Psicólogo Social